García-Escudero apuesta porque el Senado sirva para que “el discurso territorial deje de estar instalado en lo centrífugo y pase a volcarse en lo cooperativo”

14/03/2013

Valencia, a 14 de marzo de 2013. El presidente del Senado, Pío García-Escudero, ha defendido hoy durante la conferencia que ha impartido en la universidad católica San Vicente Mártir de Valencia, que la reforma del Senado debe contribuir a “un gran acuerdo de Estado para que el discurso territorial deje de estar instalado en lo centrífugo y pase a volcarse en lo cooperativo”.

García-Escudero, que ha afirmado que “el Senado de España es una institución de cuya reforma siempre se habla, prácticamente desde su mismo renacimiento en la Constitución de 1978 como Cámara de representación territorial”, ha hablado de la ponencia de estudio que se ha creado en la Cámara Alta, para su reforma, y ha dicho que “hemos decidido empezar acotando nuestro trabajo en aquella parcela que menos problemas parece ofrecer: la de las funciones”.

Asimismo, ha señalado que las condiciones de partida de la anterior ponencia de reforma en 1996, es decir, la necesidad de un consenso amplio y que el Senado no pierda carácter parlamentario, siguen siendo las mismas. “Este carácter parlamentario, -ha dicho-, debe primar porque, sin perjuicio de su inequívoca vocación territorial, el Senado no es ni debe ser una Cámara que represente solamente a los territorios, sino también al conjunto del pueblo español, no menos que el Congreso de los Diputados”.

En cuanto al “amplio consenso”, García-Escudero ha resaltado la importancia que debe tener el compromiso activo de todas las fuerzas políticas en la aplicación de la reforma, así como la conveniencia de descartar asuntos que podrían desvirtuar su verdadera razón de ser.

El presidente de la Cámara Alta ha reconocido que, aunque el “pacto que hizo posible que nuestra Carta Magna, en la cuestión territorial, se sustentara en un acuerdo que permitió satisfacer exigencias contradictorias, la dinámica que más ha marcado tendencia no ha sido la de la multilateralidad cooperativa, sino la de la bilateralidad reivindicativa frente el Estado”.

“Ahora, -ha señalado-, cuando la crisis económica ha puesto en evidencia asuntos que son esenciales en cualquier Estado compuesto, pero a los que no hemos prestado la debida atención en la dinámica expansiva de los años anteriores, estamos en un momento decisivo para poder conseguir que el Senado sirva eficazmente como elemento de cohesión del sistema autonómico”.

Sin embargo, el presidente de la Cámara ha añadido que “sólo podremos lograrlo si nuestras Comunidades Autónomas, todas sin excepción, se involucran activa y solidariamente en la gobernanza de España, asumiendo que ellas también, sin reservas, son Estado”.

García-Escudero ha destacado que “sobre la mesa hay muchos asuntos para poder reforzar la potestad legislativa del Senado mediante distintas posibilidades que requerirían una reforma constitucional. Reformar una Constitución, -ha dicho-, no es ponerla en entredicho: todo lo contrario, es proclamar su vigencia, porque sólo se reforma aquello que sigue siendo válido, precisamente para reforzar su utilidad y adaptarlo a nuevas necesidades”.

No obstante, Pío García-Escudero ha matizado que “hablar de reforma constitucional no supone descartar otras vías complementarias, como cambios en algunas leyes ordinarias, en el reglamento del Senado, o comprometerse a llevar a la práctica previsiones reglamentarias que ya existen”.

Para finalizar, ha querido dejar claro que, a pesar de que él es un firme defensor de su reforma, “el Senado, legislatura tras legislatura, siempre ha cumplido y sigue cumpliendo las funciones que en 1978 se le atribuyeron como Segunda Cámara de la Cortes Generales”.