Manuel Gutiérrez de la Concha, Marqués del Duero, 1877

José GRÁGERA Y HERBOSO (1818 - 1897)
M. 0,95
Firmado: "J. GRAGERA F./1877" (por detrás)
Inscrip.: "MARQUES [DEL DUERO]" (en la peana al frente)

Manuel Gutiérrez de la Concha (1806-1874), encendido luchador anticarlista, de ideas conservadoras, partició en 1841 en el levantamiento contra Espartero y acabó en 1843 con su regencia, lo que facilitó la inmediata subida al trono de isabel II. En 1847 dirigió la expedición que acudió en ayuda de la reina de Portugal, María de la Gloria, ocasión en la que recibió el título de Marqués del Duero, con Grandeza de España. En 1848 ocupó el cargo de Capitán General de Cataluña. Fue el noveno Presidente del Senado, institución de la que estuvo al frente entre 1859 y 1865, lo que justifica la presencia de este busto en las colecciones, así como de los cuadros de Miguel Aguirre y Joaquín Agrasot. Alejado después de la política, murió en combate, durante la tercera guerra carlista, en la dirección del ejército del norte, el 27 de junio de 1874, lo que condujo a una glorificación de su memoria durante la Restauración alfonsina.

El personaje va vestido de Capitán General, luciendo la banda y las condecoraciones militares sobre el pecho, entre otras el collar del Toisón de Oro, y un capote sobre los hombros. Representado de edad madura, mira de frente al espectador con gesto concentrado y noble.

Se trata de un busto de cierta monumentalidad, de más empaque que otros conservados en el Senado, realizado con modelado muy delicado, donde la percepción de los detalles no disturba la concepción general de la pieza, dentro de un respetuoso espíritu académico. En él se reconoce bien el estilo de Gragera como escultor, que combina una cierta concesión a la circunstancialidad, propia del realismo moderno, con los prototipos tradicionales.

La fecha de su realización, tres años después de la muerte del Marqués, revela la intención de sacralizar su memoria en el contexto ornamental-representativo que se estaba diseñando para el Senado. Entonces ocupaba la presidencia de la Cámara el Marqués de Barzanallana, del que Gragera había realizado un busto en 1876.

Aunque Gragera ha sido llamado "el escultor de los liberales", sobre todo por su emblemático monumento a Mendizábal en la antigua plaza del Progreso (Tirso de Molina), en Madrid, desaparecido después de la Guerra Civil, lo que le relegó de otros encargos, es autor de varios bustos y estatuas de personajes históricos y contemporáneos con distinta orientación política. La crítica moderna lo ha considerado entre los mejores escultores de su generación. (Texto de Carlos Reyero Hermosilla, dentro del libro "El Arte en el Senado", editado por el Senado, Madrid, 1999, pág. 468).