Manuel ALLENDE SALAZAR Y MUÑOZ DE SALAZAR (Guernica, Vizcaya, 1856 - Madrid, 1923).

Isidro FERNÁDEZ FUERTES "GAMONAL" (1877-?)
- Óleo sobre lienzo -
100 x 75 cm

Manuel Allende Salazar y Muñoz de Salazar, vigésimo séptimo Presidente del Senado, nació en Guernica (Vizcaya) en 1856. Estudió en Madrid la carrera de Ingeniero Agrónomo -cuyo uniforme de gala viste precisamente en el retrato del Senado-, llegando a ser catedrático de su escuela hasta que en 1884 decide dedicarse a la política. Se afilia al Partido Conservador desempeñando sucesivamente y en distintas etapas de su larga trayectoria todas las carteras ministeriales con excepción de la de Gracia y Justicia.

Dos veces fue requerido también por Alfonso XIII para formar gobierno. Las dos con una breve duración: la primera en 1919 para presidir un gobierno de concentración y poder aprobar los presupuestos; la segunda en 1921 tras el asesinato de Dato, pero el bochornoso desastre de Annual y su repercusión en la opinión pública le obligaron a presentar su dimisión al Rey.

Allende Salazar fue también Alcalde de Madrid y Senador primero por la provincia de Lérida y luego vitalicio, ocupando la Presidencia en la Legislatura de 1919-1920.

El autor del retrato, Gamonal, seudónimo de Isidro Fernández Fuertes, nació en Madrid en 1877, iniciando su formación artística en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando para pasar luego al estudio de Sorolla, el maestro más prestigioso de ese momento. Aunque practicó todos los géneros y técnicas, su gran especialidad es el retrato en el que alcanzó una cierta notoriedad. Sin embargo, si atendemos al de Allende Salazar y, sobre todo, si se confronta con los de Sorolla hay que admitir que existe una gran distancia entre el maestro y el discípulo. Gamonal hace gala de un gran dominio del dibujo y una técnica apurada, pero la rigidez de la figura de Allende Salazar está muy lejos de la espontaneidad y naturalidad de los retratos de Sorolla en esa época, así como de su soltura de pincelada y su dominio del color en especial en las medias tintas. Sorolla, por ejemplo, no caería en esa exagerada diferencia de carnación entre la mano izquierda y la derecha por más que ésta esté en sombra y aquella a plena luz.