Manuel GARCÍA PRIETO. Marqués de Alhucemas (Astorga, León, 1859 - San Sebastián, Guipúzcoa, 1938).

Manuel BENEDITO VIVES (1875-1963)
- Óleo sobre lienzo -
100 x 75 cm

El Marqués de Alhucemas, Manuel García Prieto, vigésimo quinto Presidente del Senado, nació en la localidad leonesa de Astorga en 1859. Licenciado en Derecho, empezó a trabajar en el bufete de Montero Ríos, quien, además de convertirse en su suegro, le llevaría también a la vida pública española, en la que, afiliado siempre al Partido Liberal -fue Diputado por Astorga y Santiago de Compostela, aparte de Senador vitalicio desde 1910-, llegaría a ser uno de los políticos más influyentes en el primer tercio del siglo XX.

De Ministro de Gobernación con Montero Ríos en 1905 pasó a Ministro de Gracia y Justicia con su sucesor Moret, y de Fomento con López Domínguez en 1906. Canalejas, por su parte, lo llevó como Ministro de Estado a su gobierno de 1910, mientras que Maura le encomendaba la cartera de Gobernación en el llamado Gobierno Nacional de 1918. Todavía en el último gobierno de Alfonso XIII, en el gabinete de concentración monárquica de Aznar de 1931, ocupó de nuevo la cartera de Gracia y Justicia hasta la proclamación de la Segunda República.

García Prieto fue también en varias ocasiones Presidente de Gobierno, comenzando por una brevísima interinidad de dos días tras el asesinato de Canalejas en 1912. La defección del Conde de Romanones le llevó a abandonar el gobierno y capitanear una facción del Partido Liberal llamada "Sección Democrática". Volvió a la Presidencia del Gobierno en 1917, pero también por poco tiempo a causa del malestar e incidentes creados por las llamadas Juntas Militares de Defensa. En 1923, tras un breve ministerio en noviembre de 1918, se encargaría por última vez de formar gobierno enfrentándose otra vez a los militares al intentar exigirles responsabilidades por las campañas de África, en especial por el desastre de Annual (1921). Este descontento sería aprovechado por Primo de Rivera para con la anuencia de Alfonso XIII acabar con el Gobierno de García Prieto y con la propia Restauración.

La actividad pública de García Prieto estuvo siempre muy ligada a África. No en balde presidió la delegación española que firmó el tratado de paz con Marruecos en 1911, por el que recibió precisamente el título de Marqués de Alhucemas; interviniendo también al año siguiente en el pacto establecido con Francia para delimitar el Protectorado de Marruecos. Estas actuaciones le proporcionaron fama internacional que explican su nombramiento como vocal permanente del Tribunal Internacional de La Haya.

El pintor valenciano Manuel Benedito, autor del retrato, inició su formación artística en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de su ciudad natal, para continuarla como discípulo de Sorolla a quien seguiría a Madrid en 1896. Al igual que su maestro, Benedito no desaprovechó los recursos que proporcionaba el arte oficial -pensionado en Roma en 1900 y primeras medallas en las Exposiciones Nacionales de 1904 y 1906, aparte de otras muchas en certámenes internacionales- para asegurarse una buena clientela atraída por su fama y renombre convirtiéndose en el retratista preferido de la sociedad de Alfonso XIII.

En sus retratos, como en este del Marqués de Alhucemas, se puede seguir la huella de la pintura valenciana del siglo XIX, los Pinazo, Domingo, Sorolla, continuadora de la mejor pintura española del XVII. Sobre un fondo neutro apenas esbozado traza una poderosa cabeza donde combina la seguridad en la pincelada con el dominio del claroscuro. La austeridad en el color no le impide lograr calidades extraordinarias en la combinación del negro y blanco de su atuendo que aparte de justificar su condición de catedrático de colorido y composición en la Escuela de Bellas Artes tras el fallecimiento de su maestro Sorolla, ayudan a explicar por qué es uno de los retratos más sugerentes y atractivos de toda la Galería de Presidentes.