Pedro GÓNZALEZ VALLEJO (Soto de Cameros, Logroño, 1770 - Madrid, 1842).

Vicente LÓPEZ PORTAÑA (1772-1850) (copia)
- Óleo sobre lienzo -
100 x 75 cm

Don Pedro González Vallejo fue el tercer y último Presidente del Estamento de Próceres durante la Legislatura 1835-1836, regida todavía por el Estatuto Real, puesto que en la siguiente, elegida bajo las normas de la nueva constitución de 1837, la Cámara Alta pasaría a denominarse ya Senado, tal como salvo algunas interrupciones ha llegado hasta hoy. González Vallejo había nacido en Soto de Cameros (Logroño) en 1770, abrazando desde muy niño la carrera eclesiástica en la que alcanzaría las más altas dignidades llegando a Obispo primado de España en su condición de Arzobispo de Toledo. Murió en Madrid en 1842.

Vicente López Portaña, autor del retrato cuya copia exhibe el Senado, nació en Valencia en 1772, iniciando su formación artística con fray Antonio de Villanueva para ingresar luego en la Academia de San Carlos de la capital valenciana en 1785. Continúa su formación como pensionado en la Academia de San Fernando de Madrid en 1789, regresando a su ciudad natal en 1792. Se establece allí como pintor, teniendo en 1802 la oportunidad de retratar a La familia de Carlos IV recibiendo el homenaje de la Universidad de Valencia (Museo del Prado), donde refleja todo lo aprendido en Madrid y, en especial, las superficies charoladas, el sentido decorativo y el gusto por el detalle derivados de Paret. Estas notas así como la composición donde priman las diagonales y la difusa espacialidad denuncian claramente su formación barroco-rococó todavía más manifiesta si se la compara con La familia de Carlos IV de Goya pintada dos años antes.

La confrontación es muy significativa porque va a revelar el futuro inmediato de la pintura española, pues, terminada la Guerra de la Independencia, Vicente López será llamado a la Corte en 1814, desplazando a Goya y convirtiéndose en el primer pintor de cámara en 1815, en retratista oficial de la Corte, de la aristocracia y de las altas jerarquías y administradores de palacio, hasta su muerte en 1850. En consecuencia su estilo domina el reinado de Fernando VII, la Regencia y los primeros años de Isabel II.

El retrato del primado de Toledo es una buena muestra del proceder de Vicente López. La copia del Senado, de excelente calidad, donada por el Marqués de Vallejo, sobrino del retratado, en respuesta a una petición del Marqués de Barzanallana, Presidente en aquel entonces de la Institución, permite ver algunas de las principales características del pintor valenciano como la objetividad de todos los elementos y detalles, la precisión en el dibujo y en la reproducción de las calidades de las telas y joyas como la cruz pastoral. Pero, a donde no llega el copista es a igualar alguna de las especialidades del maestro, cual la humedad de los lagrimales o la morbidez de las carnaciones. El retrato del Obispo González Vallejo, en la línea del de otros famosos personajes eclesiásticos como el Obispo José Bonel y Orbe (Museo del Prado) o el Canónigo Fernández Varela, Comisario de Cruzada (Academia de San Fernando) tuvo un cierto éxito, lo que explica que el Museo del Prado cuente con otra copia, aunque de peor calidad y de proporciones más pequeñas, donada por Mariano Lanuza en 1940, y depositada en la actualidad en el Museo de Bellas Artes de La Coruña.